domingo, 6 de julio de 2008

La ranita del blanqueo
Mauro López Herrera
Le apunto tan bien
que presiento que no
le voy a fallar.

La piedra de mi hulera, resortera,
o como se llame
siempre pegaba en el blanco.

Desesperada brincoteaba
sobre la sucia agua
en el fondo de aquella
alberca abandonada.

La piedra que lancé,
golpea exacto a la cabeza de aquella ranita
cae sin vida, moviendo sus patitas sin control.

Pobrecita ya no nadará
sobre esa agua
verdosa y llena de lama.

Tan bonita que se veía
en esa esquina profunda

Y pensar que

Ella sólo quería salirse
de aquel horrible lugar.

Ansiaba librarse de aquellas piedras
que lanzaba con mi arma,
hulera, resortera o como se llame.

No hay comentarios: